Post de oro
Levanta su cabeza de sus papeles sólo para ver cómo, en la bandeja de entrada, le esperan un par de trabajos, unos quince powerspoins repetitivos y un emoticono de su novio. Se levanta de la silla con un suspiro y se acerca a la ventana. Le apetece un paréntesis (sin duda más largo que éste). Las persianas tienen la manía de matar la luz e impedir un poco de energía calorífica pero, sin embargo, se acerca a ellas. Las mueve lo justo. Ahora ve el tejado, y a su vez terraza, del edificio contiguo. Sonríe. Dos hombres ocupan una parte del espacio. Uno de ellos está sentado peligrosamente en la barandilla: camiseta roja pese al frío, pantalones desteñidos, bambas negras, café solo sin azúcar gracias, se le ve tranquilo y sonriente mientras sigue el devenir de su compañero. El otro no para de gestualizar y andar, sin mirar a ningún lugar en concreto: camisa larga veis, pantalones negros, zapatos, café con leche con dos de azúcar gracias, un autentico nervio que hace funciones de replicante. Por un momento cierra los ojos y parece… parece…
- Un autentica tontería.
- ¿Por?
- Vamos a ver… debes ser el único que celebró el número diez.
- Debes reconocer que el diez es un número suficientemente importan...
- Si, vamos, como el quince o el trece no te fastidia. Y también recordaste el veinticinco.
- Hombre el cincuenta sólo se cumple…
- ¡Ja! Vamos a ver… ¿de cuantos aniversarios te acuerdas?
- ¿Cumpleaños dices?
- Recuerda que los juegos de palabras raros son tuyos.
- De pocos… ¿cuentan los de la familia?
- Vamos que si no fuera por que la página te lo dice no sabrías ni cuantos post has publicado.
- ¡Hombre! No es tan fácil, que lo sepas… piensa que algunos no se publican y esos no se pueden contar. ¡Ep! ¡¡Cuidado!! ¡¡¡Que me tiras el café!!!
- ¿Y tu quién eres?
- Eso
- La voz de su conciencia.
- ¿De mi conciencia?
- …
- ¿Qué ha sido eso?
- ¿Sabes que necesitas?