Lecturas para el baño I
Lector, lectora: algunos autores te ruegan que no prestes sus libros a nadie, porque, prestándolos, pones a tus amigos en condiciones de que no necesiten comprarlos, con lo cual el escritor sale perjudicado en sus intereses.El Libro de las cosas inútiles o lecturas para el baño existe. La última vez que lo encontré tenía 388 páginas y estaba recopilado por un tal Morphynoman. En su hombre retomo esa sana costumbre de seleccionar partes de libros para leerlos en el excusado. Está primera cita es, en honor a su creador, del libro original. Para debate queda si es correcto o no leer en el baño (y el dejar libros). Si alguien desea poseer esta obra es, hasta el punto que yo conozco, de libre distribución y se la puedo mandar. Sólo envíe un mensaje a takolandia@gmail.com
Yo, que tengo los mismos intereses que los demás autores, te ruego todo lo contrario, esto es: que prestes en cuanto lo leas el presente libro.
Como la persona a quien se lo dejes no te lo devolverá, tú te apresurarás a comprar otro ejemplar inmediatamente.
También ese segundo ejemplar debes prestarlo y adquirir un tercero y prestarlo; y adquirir otro más y prestarlo también...
Con tal sistema, a pocos amigos que tengas a quienes acostumbres a prestar libros, yo haré un buen negocio y te quedaré agradecidísimo.
Enrique Jardiel Poncela, Amor se escribe sin hache, 1928
2 comentarios:
¡Hum! Interesantísima teoría... Y muestra inequívoca de que no soy la única a quien no le devuelven los libros prestados... Por eso soy tan reacia a dejarlos, ni que sea a familiares cercanos.
En cuanto a lecturas en el baño, nunca llevo nada que leer allí, pero como creo que hablar de este tema es excesivamente poco glamuroso, lo voy a dejar aquí. PUNTO FINAL.
A mi me encanta prestar libros, pero que me los devuelvan...
Además si me prestan uno y me gusta, normalmente me lo compro, pero esta teoría me parece muy buena excepto para el pobre pringao que se compra 70 veces el mismo libro...
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