La palmera

Ayer di un paseo. Si tuviera tiempo hubiera pedido a Jarl que hiciera un fotomontaje de los suyos para ponerlo como noticia.

Tras una cerveza con dos amigos (un saludo si me estás leyendo, Jack), cuatro libros que no caben (llevo tres mes que se amontonan, sin espacio en las estanterías), una llamada que hacía tiempo que deseaba, una mala noticia (otra)... llegue a mi casa con una sonrisa (pese a todo) y una palmera.

La última canción de los delinqüentes... hasta que ponga otra

Pero claro… como la llamada fue a una valenciana (como todo el mundo sabe todos los valencianos son todos especialistas en pirotecnia, horchata, naranjas…) me extrañé que no supiera que una palmera es horchata con granizado de limón (y ella se extraño que pudiera meterme tal mezcla entre pecho y espalda... bueno estoy acostumbrado normalmente - ¿verdad, Pecas? - suena rara la mezcla pero a mi me gusta por su sabor y por esa complicidad que crea con quién te la sirve - que te suele guiñar un ojo con un no me has pillado pidiendo algo raro dibujado en su mirada -).

Y la palmera fue la culpable de parte de mi sonrisa. El primer sorbo ya tuvo la capacidad de llevarme al verano (bueno, con el calor que hay en Barma, eso es fácil) y de repente estaba jugando a palas en la playa mientras practicaba el deporte internacional de repasar con poco disimulo a las chicas. Inicie el nuevo libro (luego tiene una ruta “internacional” si me gusta) y te envié (luna mediante) fuerzas. Espero que te llegaran.

Este 08 sigue dando por saco, la verdad. A ver por dónde sigue su curso.

Buen fin de semana a todos, nos vemos el lunes ya que he sido el ganador de la votación (MUAHAAHAHAHA) y me toca ir al preestreno.