Pero… está precintado… no podemos entrar aquí.
Te avisé, te lo dije, te repetí cienes y cienes de veces que tenías que reservar algo para el puente. ¿O no?
Si, cariño.
Tú me decías que cada vez menos gente se iba de puente y que no me preocupara. ¿Qué ha pasado?
Que no hemos encontrado sitio.
¿Qué?
Que no hemos encontrado sitio.
Así, pues, quita ese precinto. Nos quedamos aquí.
jueves, 7 de diciembre de 2006
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