lunes, 26 de noviembre de 2007

Y, sí, engordé

Aunque no hayas visto La torre de suso es muy probable que te suene la coletilla que suelta el personaje.



Si te sirve de consuelo yo tampoco he visto la película. Tampoco la veré. Creo que todos podríamos hacer un película así. Recuerda un poco a Trueba escribiendo el futuro de sus Cuatro Amigos.

Este fin de semana he aprovechado una de esas situaciones (regresos a casa, viaje iniciático, bautizos, bodas, comuniones, entierros...) en la que sabes que vas a encontrarte con muchos. LLegué antes de tiempo (siendo yo, eso son veinte minutos antes) por aquello de situarme, recordar viejos tiempos y mantener una charla sin tema con quién más me interesaba. Por lo demás, lo que decía... las clásicas escenas.

El que pregunta por compromiso.
- ¿Qué has estado haciendo?

- Pues mira… lo normal… me fui a un puticlub, me enamoré de una rusa, fui a Novosibirsk para convencer a su padre... pero resulta que era un científico buscado por la KGB y cuando contacté con el... unos señores me metieron en la cárcel. Cuando salí, como al de celtas, Irina me dijo que había dado a luz a un niño y la abandoné, ya que el niño era negro. Pero el padre de ella tenía contactos con todas las mafias y desde entonces estoy huyendo.

- Veo que te va bien, entonces. Me alegro.
Aquella persona que se preocupa infinitamente.
- ¿Aún andás soltero? ¿Pero no estabas con la aquella? Bueno en verdad no te conviene, tendrías que liarte con la otra que es guapa, limpia y simpatica. Bueno guapa y simpática... pero limpia... limpia si parece.
El que te sorprende a ti.
- Así... presides el instituto nacional de música, tocas en tres bandas, das clases en ocho universidades, tienes pareja y tres críos... y tienes tiempo libre para escribir libros... ¿yo?... Yo creo que me voy a suicidar un poco.
Que esa es otra... el concurso de trabajos. La sociedad actual evita comparar ciertas cosas por tabú sexual y al final te encuentras con partidos de tenis.
- Pues yo me dedico a manejar el mundo.
- O... yo estoy especializado en galaxias, de mundos no me hables.
- Pues a mi fuera de los universos...
- Pues yo debo tener el trabajo "pequeño pero juguetón".
Y, además de la del título, la clásica.
- A ver si nos vemos pronto.
Así sea...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, vaya... Había visto el tráiler de La torre de Suso pero se me había olvidado por completo. La buscaré para verla... Aunque me suena a patetismo anunciado.
Me identifico completamente con este post. Ah! Yo, a todo esto, venía a saludarte porque te he descubierto a raíz de los relatos conjuntos... Eres el que tiene el honor de iniciar el relato de l'Escala B, y yo la que tendrá el honor de seguir (haré lo que pueda, jeje)
un saludo!!

Anónimo dijo...

Vale, y ahora es cuando me he dado cuenta de que sois tres los que escribís en el blog... o más.
Yo me dirigía a Sir Villet, estooo, ejem.
En fins. Nasnoches-

nochnoi dozor dijo...

......YO TENGO MIEDO DE ESTAS NAVIDADES.
VIENEN LOS FAMILIARES Y TAL.....YA SABEIS COMO ES ESO.
Y NO SE QUE ACTITUD COGER PARA QUE LA GENTE PASE DE MI, MI SITUACION Y QUE SE PREOCUPE POR SUS PROBLEMAS.
MALDITAS APARIENCIAS.
SOLO ME GUSTA LA NAVIDAD POR LA COMIDA Y LOS REGALOS.

AL MENOS SOY SINCERO.

NAVIDEÑOS SALUDOS.

Antígona dijo...

Hace no tanto tiempo decirle a alguien que hacía mucho que no se veía que había engordado era un todo un halago, pues el haber ganado en kilos se interpretaba como un signo de bonanza y prosperidad.

Por desgracia, hoy en día se interpreta más bien como un signo de decadencia, aunque yo me sé de una a la que si le dijeran que ha engordado se pondría más contenta que unas pascuas ;)

Querido Tako, aunque sea una obviedad, no me privaré de decirte que lo importante no es lo que los demás esperen de uno y cómo te juzguen con el paso del tiempo, sino qué espera uno de sí mismo con el transcurrir de los años. Y no a todo el mundo le llegan las mismas cosas al mismo ritmo. Cada cual lleva el suyo, y lo que no llega antes, siempre termina haciéndolo después.

¡Un gran beso!