lunes, 16 de octubre de 2006

Es lo que tiene la primera vez

Nota mental: Publico esto tras el puente. Si, he hecho puente, podéis odiarme.

Nota mental 2: Este post no hubiera existido sin los previos post de conciertos que han hecho de esto, sin quererlo, algo parecido a un mene.

Nota mental 3: No se como se llamó en Cuatro pero la nota mental anterior me recuerda otro clásico.


Podríamos decir que fui heavy (muy bien Tako, lo has conseguido... el primer paso es aceptarlo). Bien de hecho SOY heavy (si hacemos juegos de palabras)… pero decir que lo soy mientras escribo, reescondidamente (es decir escondiéndose dos veces), desde una oficina y vestido con mi camisita (pero sin canesú) no queda bien.

Ya que empezado como en una consulta psiquiatrica o terapia de grupo cualquiera no os engañaré. Yo fui heavy cuando grupos como Guns N’roses o o Aerosmith (que nos hizo descubrir además lo curiosa y caprichosa que es la genética) era considerados del estilo. En mi defensa diré que yo era más del producto nacional (bruto).

Mi primer concierto fueron Los Suaves… pero además no uno de los conciertos que aún hacen por navidad. Fue el auténtico: ¿Hay alguien así? Esa gira y su disco marco un antes y un después (y un mientras tanto) . El grupo a partir de entonces empezó lo que alguno consideró su declive. Para aquellos más modernos fue como la marcha de Bunbury o la separación de los Elefantes. A ver... que Suaves no se ha separado (no, ¿verdad?) pero ya nos entendemos y como tenga que poner más paréntesis me voy a cansar.

Por aquel entonces el concierto se realizó en una sala de altos vuelos: un nave industrial de Martorell. Ni que decir que yo ni me acercaba a los 18 años pero dos de mis características físicas (mi barba y la otra) siempre me han dejado saltarme esa regla tonta. Aún a día de hoy espero que me pidan el canet para entrar en algún sitio, que no sea un asilo... pero me estoy desviando del tema. Por aquel entonces Suaves ya poseía el grupo de fans que le hizo mítico: rokeros de más de treinta años, mujeres antecendentes de las góticas y adolescentes perdidos que les gustaba Dolores (y la madre que la parió). Yo no iba solo: eramos tres los triunfadores que nos acercamos a ese evento (y yo era el mayor a mis 16).

Nuestro medio de locomoción (tren) nos dejó tiempo suficiente (y de sobras) para planificar nuestra noche. Llegamos con varias horas luz de anticipación así, pues:

a) Nos dedicamos a conocer Martorell. Teniendo en cuenta que estábamos en zona industrial eso se resumió en

b) Ir a una tienda, comprar un botella de cinco litros de agua, vaciarla y rellenarla de lo que llamamos: "el especial de la casa"

c) Trincarnos la bebida mientras dábamos vueltas por ahí. Nos cruzamos con varias personas a las que invitamos alegremente… les debimos hacer gracia por que nos invitaron a pastillas.


Hacia las nueve de la noche íbamos tajas como mínimo y al inicio del concierto veíamos dos grupos tocando, y varios millones de dragones en el pasillo (otro clásico de los chistes)... Claro que nosotros íbamos mejor que Yosi que cantaba tambaleándose (como mínimo) y cantaba de (mala) memoria mientras el grupo le miraba de reojo por si tenían que dejar de tocar para recogerle del suelo. De todos los conciertos de mi vida ha sido en el que más sitio teníamos y el de peor acústica. En el bar era de garrafón hasta el agua (bueno en verdad era del grifo, pero todos habéis entendido la metáfora). La mitad de los presentes daban, como mínimo, miedo y nosotros imberbes con una camiseta de los Suaves... pero jamás he cantado con tanto entusiasmo.

Al salir lo que quedaba de nuestros hígados y nosotros fue a dormila (junto a muchos más) en un cajero automático. La cereza la puso el campeón que, a las siete de la mañana, se atrevió a esquivar veinte tíos y saltar vómitos para sacar 20.000 pelas de la época. Y nadie se las robó, imaginaros como estábamos.

Frase del día (Tako).-

He estado de puente, no he leido tu mail del jueves.

2 comentarios:

neblina dijo...

vaya... yo también de puente, estoy muerta, en fin aunque no te lo creas, el segundo concierto al que fuí en mi vida fué Los Suaves en Santoña...

si alcanzaba la mayoría de edad es de milagro, no me pierdo un concierto de Yosi ni loca!!!

Tako dijo...

Mmmmm curiosa coincidencia. Sobertodo si tenemos en cuenta que yo también he visto a los Suaves en Satoña.

Mi segundo concierto creo que fue o Extremoduro o S.A. pero no lo recuerdo bien, por motivos obvios.