lunes, 18 de mayo de 2009

Lesbiana

Cosas de este post se pueden considerar como machistas así que, no lo duden, háganlo.
Este post NO está dedicado a Mario Beneddetti.

El viernes tocó fiesta. La verdad es que este año no me quejo, llevo un buen ritmo de fiestas y de viajes. Fuimos a celebrar el aniversario de mi cuñada (aún en espera de confirmación matrimonial… que no debe quedar mucho). Habíamos pasado la fase “te presento a mis amigas” (si, también me presentó a sus amigos pero… ¿para qué quemar neuronas?) y empezaron los turnos Objetivo Birmania (en viceversa) y “las amigas te presentan a sus amigas”. La verdad es que mi capacidad de recordar nombres se vio desbordada (y eso que años de entreno en esplais me han convertido en un master) y, además, yo ya había desconectado por seguir el momento pussy* de la noche y no escuché cuando me dijeron.

- Tako, F; F, Tako… F es lesbiana.

Que lástima que no lo escuché ya que es genial presentar a la gente así, en directo. Es más tendríamos que llevar camisetas con nuestras preferencias sexuales (“Amo los ornitorrincos”) o, que puñetas, códigos de barras o chips (pa eso semos mudernos) con tus especificaciones (“Tako, 32 años, alto, rubio, ojos azules, master del universo en cosas, amo a los ornitorrincos…”). Y eso solucionaría muchos problemas al poder buscar sólo aquello que tú quieres (aparte está el saberlo). Total, que me lío. Que yo no escuché esa anotación por mi despiste*.

El tema es que empezó la noche y la chiquilla F se pegaba a cualquier cosa con rabo, sobretodo a mí (es un tema que otro día desarrollaré más) y yo que iba sin ninguna motivación sexual (enrollarse con alguien delante de tu hermano y tu cuñada es algo que motiva cero) estaba animándome hasta que mi hermano, en un momento en la que ella marchó al lavabo, me recordó (con la finura que caracteriza a mi familia) la inclinación sexual de la susodicha. Entonces pude…

Adoptar una de las posturas
clásicas de todo hombre
al conocer a una lesbiana
(en caso de no saber qué
pensar lanzar 1 dado de 6,
lista ampliable).

1.- Pensar “lástima con lo buena que estaba”.
2.- Reflexionar sobre el gran favor que hacen las lesbianas y los homosexuales a una humanidad superpoblada.
3.- Criticar con un “es que sólo podía ser lesbiana”.
4.- Rememorar el sueño erótico de todo hombre: el trío (recomendación aparte no hacer un trío con dos lesbianas).
5.- No pensar en nada pero que todo el mundo piense que lo estás haciendo.
6.- Todas las anteriores.

Como, al volver, ella seguía en sus trece use mi diplomacia (la misma que la finura).

- Pero… ¿tú no eres lesbiana?
- No, es que soy lesbiana por compromiso.
- ¿Por compromiso?
- Sí, mi amiga siempre ha creído que era lesbiana pero en verdad no lo soy.
- ¿Entonces …?

No debí preguntar, la verdad.

- Soy frotteurista y coprófaga.

En aquel momento sólo conocía una de las dos**.

*Momento pussy de la noche.- En una serie de discotecas (y cada vez más locales, en verdad) existe un momento en que tu estás pidiendo en la barra y empieza a sonar “la canción bailable de la disco”. Las chicas empiezan entonces su “bar coyote” dejando el pubis lo suficientemente cerca como para observar la magnifica (o no) depilación brasileña.

** Y hay cosas que no hay que saber, la verdad.

6 comentarios:

vittt dijo...

-copŕofaga? a la mierda con todo, casémonos!!

Barbijaputa dijo...

Yo creo que se estaba quedando contigo.

Barbijaputa dijo...

Y además era lesbiana.

Tako dijo...

Vitt tu eges muy malo.

Tako dijo...

Barbijaputa si te sirve yo estoy contigo en que se estaba quedando conmigo.

Lo de si era o no lesbiana...

vittt dijo...

-ya no me quieres como antes.
-estoy estreñido, amor.