martes, 5 de agosto de 2008

Algo para leer XIII (la película)



Todos tenemos una época en la vida en la que fuimos muchos, ésa que va del nacimiento hasta los 3.5 años aproximadamente, cuando no tenemos conciencia de ser quienes somos salvo por lo que nos contarán más tarde quienes nos han visto crecer. Hasta ese momento no somos más que lo que da de sí cada una de esas versiones de nuestra fase sin conciencia, elementos inertes o vegetales: una piedra, un matorral, un haz de viento, un trozo de arena, etc. cuya suma es la exacta identidad de un desierto de 3.5 años de longitud.

Nocilla Dream, Agustín Fernández Mallo




Asi, Marc toma como reflejo y patrón esa clasificación para postular la existencia de personas solitarias que, como los fermiones, no soportan la presencia de nadie. Son estás las únicas que le merecen respeto alguno. Aparte, están las otras, las que como los bosones se arraciman en cuanto pueden bajo asociaciones, grupos y demás apiñamientos a fin de enmascarar en la masa su geética mediocridad. A estos últimos Marc los desprecia, por eso no es extraño que a él no le importe cómo marcha el mundo, ni si hay pobreza o riqueza, si sube o baja el precio de la fruta o el pescado, ni las manifestaciones, colectividades, partidos políticos, religiones u ONGs. Por supuesto, tiene por auténticos modelos de vida elevada a Nietzche, Wittgenstein, Unabomber, Cioran y sobre todo a Henry J. Darger, aquel hombre que jamás salió de su habitación de Chicago. Además, Marc,como todo fermión, hace tiempo que dejó de frecuentar mujeres y amigos.

Su única conexión estable con el mundo es la red internauta.

Domingo, son más de las 4 de la tarde, la gente está en la playa, él aún no ha comido. Por entre las uralitas de la caseta entra un pincel de luz que incide sobre la tecla 0 del PC. Tiene sonando el CD de Sufjan Stevens "The Avalanche" y pone repetidamente la canción "The Vivian girls are visited in the night by Saint Dargarius and his Squadron of benevolent Butterflies", mientras termina de dar los últimos retoques a una demostración de la cual se siente muy satisfecho. Sale a la azotea con el folio en la mano y en los tendales que conforman la retícula lo cuelga en la posición , x=10, y=15. No hay nada mejor para comprobar la firmeza de una teoria que airearla antes de propagarla, piensa.

Nocilla Experience, Agustín Fernández Mallo

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